VAMPIRISMO SEXUAL

El vampirismo es un tipo de obsesión en el campo de los vicios sensoriales y esa denominación se deriva de su principal característica, que es la succión de energías vitales de la víctima por sus obsesores.

 

Equipo Conciencia Espírita

En su libro Mediúmnidad, capítulo VIII, el periodista, escritor, filósofo y profesor J. Herculano Pires, tratando de los problemas de la obsesión, hace referencia a la existencia de ciertas formas de vampirismo, como la sexual, que viola principios morales y religiosos. Ha sido analizada por estudiosos e investigadores, pero muy poco tratada en el espiritismo en virtud del escándalo que provoca, causando muchas veces perturbaciones a criaturas simples o excesivamente sensibles.

 

LAS TRES CATEGORÍAS DE LA OBSESIÓN

 

Para comprender ese delicado y urgente asunto es necesario conocer algo del mecanismo de las perturbaciones espirituales. “La obsesión es una infestación del alma, semejante a la infección del cuerpo carnal, producida por virus y bacterias”, compara el profesor.

 

Kardec clasificó la obsesión en tres categorías: obsesión simple, fascinación y subyugación. “El primer tipo se caracteriza por perturbaciones mentales y alteraciones del comportamiento, sin mucha gravedad. El segundo, por el dominio del cuerpo, produciéndole los llamados tics nerviosos y sujetándolo a actitudes ridículas en público. El tercero consiste en el dominio hipnótico de cuerpo y alma, a través de un proceso de fascinación que deforma la personalidad”, recuerda Herculano Pires.

 

VICIOS SENSORIALES

 

En el caso del vampirismo se trata de “un tipo de obsesión en el campo de los vicios sensoriales y esa denominación se deriva de su principal característica, que es la succión de energías vitales de la víctima por sus obsesores”. En el vampirismo sexual la conexión perturbadora por parte del obsesado se da con espíritus inferiores que se dejaron arrastrar en los delirios de la sensualidad y continúan en esa situación después de la muerte.

 

Modalidad grave de perturbación espiritual, “el vampirismo sexual puede reducir al obsesado a la inutilidad, afectándole el cerebro y el sistema nervioso, quitándole toda disposición para actividades serias”. Se traduce en incontables “casos de sexualidad mórbida, exasperada por la actividad de los vampiros”, enfatiza.

 

UNA SOCIEDAD SINIESTRA

 

Para mostrar la complejidad del problema, que acomete tanto a heteros como a homosexuales, el profesor Herculano Pires relata un hecho ocurrido con un joven recién salido de la adolescencia. El caso fue testificado por él mismo e ilustra bien como el vampirismo es una sociedad siniestra.

 

Cuenta él: 

 

“Un joven de poco más de veinte años nos buscó para exponernos su caso. Comenzó diciendo en lágrimas y con manos trémulas: ‘Soy un desgraciado que goza más que muchos jóvenes felices. Todas las noches soy buscado en mi lecho por una deidad rubia y bellísima, extremadamente amorosa, que se entrega a mí. Es una criatura espiritual, bien sé, y no quiero aceptarla, pero tampoco puedo rechazarla. Después, ella desaparece como en los cuentos de hadas y yo me levanto y grito por ella en tamaña desesperación que despierto a los vecinos. Todos piensan que soy un sonámbulo o un loco. ¡Ayúdeme, por piedad!”

 

Relata el profesor que el caso venía de hace tiempo, desde los 16 años. La joven se le apareció por primera vez como su hija de otra encarnación. En verdad, “esa referencia filial era una mentira”, observa el profesor, un engaño “destinado a aumentar las sensaciones con el excitante del pecado. Seis años después me lo volví a encontrar. Huyó avergonzado por la confesión y con miedo de que lo liberáramos de la obsesión. Pero ya parecía un viejo, cada vez más trémulo y de cabellos precozmente grisáceos. Prometió ir al centro que le indicamos, pero no fue. El vampirismo lo había agotado y debe haberlo llevado a la muerte precoz”.

 

Esclarece el profesor que casos de esta especie son más frecuentes de lo que generalmente suponemos, pero permanecen en sigilo. Y lamenta que: “La situación de ambivalencia de la víctima auxilia el vampirismo destructor”.

 

TENDENCIAS, DESVIOS Y PROBACIONES

 

Según Herculano Pires, tendencias y desvíos sexuales tienen procedencias diversas y sus raíces genésicas pueden venir de profundidades insondables. Él pondera que “la propia filogénesis del sexo, que comienza aparentemente en el reino mineral, pasando por el vegetal y el animal, para después llegar hasta el hombre, presentando enormes variaciones de formas, inclusive la autogénesis de los virus y de las células y la bisexualidad de los hermafroditas, justifica la aparición de desvíos sexuales congénitos”.

 

Más próximos a nosotros en las líneas de la hereditariedad germinal cita “los ritos de la virilidad de antiguas civilizaciones entre las cuales se destacan Grecia y Roma antiguas, donde en varias épocas esos ritos se vigorizaron de manera obligatoria, como en Esparta, donde los efebos, adolescentes, debían recibir la virilidad transmitida por hombres adultos y viriles a través de la práctica homosexual”.

 

Al entender de Herculano Pires esos episodios suministran elementos posibles de explicación para el fenómeno de los desvíos sexuales, una vez que las sensaciones de esas experiencias vivenciadas, además de la hereditariedad filogenética, se graban, de manera más o menos intensa, en las estructuras supersensibles del periespíritu, proyectándose en formas dinámicas en la memoria profunda o inconsciente. “Esas formas sensoriales pueden aflorar en la afectividad actual, atraídas por sensaciones afines, en el proceso del asociacionismo sensorial. Todo, eso, sin embargo, no elimina la tendencia a la normalidad de la especie, especialmente en un sistema básico como el de la reproducción”, asegura Herculano.

 

INFLUENCIAS PERTURBADORAS EN EL HOMOSEXUALISMO ADQUIRIDO

 

Para el filósofo, sin embargo, la mayoría de los casos del llamado homosexualismo adquirido, sino todos, provienen de actuación obsesiva de entidades atormentadas, entregadas a los desvaríos de los instintos inferiores, que potencializan las tendencias de sus víctimas. Pero añade: “la responsabilidad no es sólo de esas entidades, es también de las víctimas que, de una forma o de otra, se dejaron dominar por los primeros impulsos obsesivos o incluso provocaron la aproximación de las entidades”.

 

En varios casos de esa naturaleza existen motivos de prueba, “derivadas de atrocidades practicadas en el pasado por las víctimas actuales, que son ahora colocadas en la misma posición en que colocaron a criaturas inocentes en encarnaciones anteriores”, según los mecanismos de acción y reacción de las leyes divinas.

 

ES necesario trascender la visión parcial y materialista de los problemas sexuales, que tiene sus raíces en el espíritu reencarnado

 

“La ley de causa y efecto, o karma de la terminología hindú, toma a sus víctimas generalmente en el periodo de la adolescencia, cuando esas ocurrencias son favorecidas por la crisis de transición de la edad. Pero también hay casos ocurridos en la edad madura y en la vejez, dependientes, al parecer, de crisis típicas de esos periodos. En los casos llamados de perversión constitucional la presencia de los obsesores no está excluida, pues ellos son fatalmente atraídos y se conectan a la víctimas excitando las sensaciones y agravándoles la perturbación”, observa el profesor Herculano Pires.

 

Una vez que las tendencias anormales (estando ellas enraizadas en el espíritu reencarnado) aparecen como consecuencias de faltas o crímenes de los individuos que las sufren, siempre con la finalidad de superarlas en la encarnación presente, la meta debe ser jamás entregarse a la acción deliberada de esas tendencias y desvíos.

 

El vampirismo cesa en el momento en que el obsesado se dispone a reintegrarse en sí mismo

 

Y aquí, una importante observación es hecha por Herculano: “la objeción psiquiátrica y psicológica de que la represión produce relajaciones, frustraciones, traumas y otras consecuencias desastrosas para el individuo, provienen de la visión parcial del problema en el campo materialista. Todas las victorias del hombre en el sentido de ajustarse a las condiciones normales de la especie, son recompensadas con la tranquilidad proporcionada por el ajuste, eliminando la inquietud del desajuste. Un ser bien integrado en su especie corresponde al orden natural de la realidad y a la exigencias de transcendencia de su propia existencia”.

 

En ese sentido, orienta el profesor que “el vampirismo cesa en el momento en que el obsesado se dispone a reintegrarse a sí mismo, en la posesión de su personalidad, no aceptando sugerencias e infiltraciones de voluntades extrañas en su voluntad personal y soberana”.

 

LOS DERECHOS DEL SER ESPIRITUAL EN EVOLUCIÓN

 

Toda vez que tanto luchamos por hacer valer los derechos humanos, Herculano va además, proclamando a los espíritas a reflexionar sobre la problemática del vampirismo, implícito en los lamentables desvíos de la sexualidad que, desafortunadamente, viene drenando moral y espiritualmente a individuos y familias enteras en todos los segmentos de la sociedad contemporánea:

 

“Compete a los espíritas, que conocen la otra cara de la existencia, medir la distancia cualitativa entre entregarse a las fuerzas negativas del pasado, como esclavos de una situación miserable entre los hombres, y el acto de investirse de sus derechos de criatura humana en evolución, avanzando en la dirección de los anhelos superiores de su consciencia”.

 

Y añade: “La psiquiatría materialista, que desconoce los procesos dinámicos del espíritu, puede considerar esos casos como irremediables y recurrir a la excusa de normalizar al anormal. Pero el espiritismo nos suministra los recursos del esclarecimiento científico y racional del problema”.

 

AYUDA DE LOS CENTROS ESPÍRITAS Y GRUPOS IDÓNEOS

 

El profesor Herculano Pires nos lleva a reflexionar que “en los centros y grupos espíritas bien orientados, las perturbaciones espirituales de orden sexual sean tratadas de manera especial, en pequeñas reuniones privadas, con médiums que dispongan de condiciones para enfrentar el problema. Como en el caso de las obsesiones alcohólicas, toxicómanas y otras del mismo género, es necesario el máximo cuidado en la selección de las personas que van a tratar del asunto y el mayor sigilo y respeto, a fin de evitar el perjuicio de los comentarios negativos, que influyen fatalmente sobre el caso, provocando agravamientos inesperados de la situación de las víctimas”.

 

DESPERTANDO LA VOLUNTAD DE LAS VÍCTIMAS

 

Herculano relata un penoso caso acompañado por él de homosexualidad adquirida en que el obsesado se reintegró después de diez años de lucha solitaria, concientizándose de su problema, esforzándose en superarlo a través de la terapéutica espírita y del recogimiento fortalecedor de la plegaria.

 

Según relató al profesor, su madre, ya desencarnada, lo ayudaba a través de apariciones periódicas, sin decir nada, pero con los ojos llenos de lágrimas. “Gracias a esa ayuda materna consiguió despertar su voluntad anestesiada y librarse de las tentaciones vampirescas”.

 

Comenta además Herculano, que ese compañero se hizo espírita y se casó. Hoy frecuenta regularmente un centro espírita en São Paulo y se interesa especialmente por los casos de vampirismo. “Quiere pagar con su ayuda a otros el beneficio inmenso que recibió. Nadie sabe nada de su pasado infeliz y todos lo consideran y estiman. ¿No fue ese el caso de Magdalena, que Jesús socorrió y transformó en la primera testigo de su resurrección?” cuestiona el profesor.

 

CONCLUSIÓN

 

Refiriéndose a los recursos espíritas en los casos de vampirismo, concluye Herculano que gracias a esa luz divina en el campo de la comunicación — que es la mediúmnidad — “las madres que sufren porque dejaron hijos en el mundo en rescates dolorosos, consiguen socorrerlos y liberarlos de pruebas escarnecedoras, que los hombres, en general, sólo saben aumentar y agravar”.

 

Y dirigiéndose a los médiums que laboran anónima y desinteresadamente en las casas espíritas, enfatiza: “Los médiums necesitan conocer esos episodios emocionantes, para comprender el esplendor secreto de su misión y la utilidad superior y humilde del mediumnato que les fue concedido. Llegó la hora en que esos hechos secretos deben ser proclamados por encima de los tejados, según la previsión de Jesús registrada en los Evangelios. Más que nunca se comprueba el adagio: ‘Ayúdate y el Cielo te ayudará’”.

 

Traducción al español: Oscar Cervantes Velásquez

 

CENTRO DE ESTUDIOS ESPIRITAS FRANCISCO DE ASÍS

SANTA MARTA - COLOMBIA

 

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