Previsiones de Chico Xavier sobre la Tierra

En el Jornal Folha Espírita de Mayo de 2011 (Nº 439), de la autoría de Marlene Nobre, fue publicada una entrevista hecha en 1986 a Chico Xavier por Geraldo Lemos Neto, fundador de la casa de Chico Xavier en Pedro Leopoldo (MG), donde Chico hace revelaciones respecto al futuro de nuestro planeta. ¿Será mera coincidencia o el camino que nos están señalando hace parte de este proceso? Los invito a esta lectura.

 

“El tema de la transformación de la Tierra de un mundo de expiación y pruebas hacia mundo de regeneración, anunciado por el mismo codificador de la Doctrina Espírita, Allan Kardec, siempre interesó e intrigó a Geraldo Lemos Neto, fundador de la Casa de Chico Xavier, de Pedro Leopoldo (MG).

 

En 1984 Lemos Neto se casó con Eliana, hermana de Vivaldo da Cunha Borges, quien vivía con Chico Xavier desde 1968 y diagramaba todos sus libros. A partir de entonces, pasó a disfrutar de una mayor intimidad con Chico en Uberaba, visitándolo con más frecuencia y hospedándose en su residencia. “Puedo decir que esa época fue para mi corazón un verdadero tesoro de los cielos. Hasta hoy me acuerdo de aquellos años de convivencia amorosa e instructiva en la compañía del sabio médium y amigo con profunda gratitud a Dios, que me permitió semejante concesión por voluntad de su Misericordia Infinita. De esta manera, tuve la felicidad de convivir en intimidad con Chico Xavier, dialogando con él muchísimas veces, hasta altas hora de la madrugada, sobre variados asuntos de nuestro interés común, particularmente sobre esclarecimientos importantes acerca de la Doctrina de los Espíritus y del Evangelio de Jesús”, recordó.

 

Uno de esos temas, como recuerda Lemos Neto, fue en relación al Apocalipsis, del Nuevo Testamento. “Siempre me fascine con el tema, relatando a Chico Xavier mi dificultad de entender el libro sagrado escrito por la mediúmnidad de Juan Evangelista. Desde entonces, en nuestros coloquios, Chico Xavier tenía siempre una u otra palabra esclarecedora sobre el asunto, acentuando ese o aquel versículo haciéndome comprender, poco a poco, el momento de transición por el cual pasa nuestro orbe planetario, a camino de la regeneración”, afirma. Fue en una de esas conversaciones habituales, recordando el libro de su psicografía, Brasil, Corazón del Mundo, Patria del Evangelio, escrito por el espíritu Humberto de Campos, que Lemos Neto expresó al médium su duda en cuanto al título del libro, toda vez que en esa ocasión, a mediados de la década del 80, Brasil estaba sumergida en una hiperinflación, la miseria, el hambre, grandes disparidades sociales y el descontrol político y económico, sin hablar de los escándalos de corrupción y el atraso cultural.

 

“Recuerdo, como si fuera hoy, la expresión de sorpresa de Chico respondiéndome: ‘Hombre, Geraldinho, ¿usted desea privilegios para la Patria del Evangelio, cuando el fundador del Evangelio, que es Nuestro Señor Jesucristo, vivió en la pobreza, rodeado de enfermos y necesitados de todo orden, experimentó toda suerte de vicisitudes y persecuciones para ser ejecutado, casi abandonado por sus amigos más próximos y morir crucificado entre dos ladrones? ¡No nos olvidemos que el fundador del Evangelio atravesó toda suerte de probaciones, padeció el martirio de la cruz, pero después dejó la cruz y resucitó para la Vida Inmortal! Eso debe servir de derrotero para la Patria del Evangelio. ¡Un día habremos de resucitar de las cenizas de nuestro propio sacrificio para demostrarle al mundo entero la inmortalidad gloriosa!’”, esclareció.

 

Sobre esas y otras revelaciones hechas a él por Chico Xavier y sobre hechos relacionados al año en que se dará la gran transformación de nuestro planeta, Lemos Neto dice más abajo:

 

Mirada Espírita – En el libro A Camino de la Luz, nuestro benefactor Emmanuel ya había previsto que en el siglo XX habría una vez más una reunión de los Espíritus Puros y Elegidos por el Señor, con el fin de decidir en cuanto a los destinos de la Tierra. La reunió sucedió y a ella comparecieron Chico y Emmanuel – los misioneros que han trabajado abnegadamente, durante siglos enteros, en favor de la renovación humana. ¿Cuáles son los resultados de esa reunión?

 

Geraldo Lemos Neto – En el transcurso de nuestra conversación, le pregunte a Chico que quería decir exactamente respecto al sacrificio de Brasil. ¿Estaría previendo el futuro de nuestra nación y del mundo? Chico pensó un poco, como si estuviese vislumbrando escenas distantes y, después de algún tiempo, regresó para decirnos:

 

“¿Usted se acuerda, Geraldinho, del libro de Emmanuel A Camino de la Luz? ¿De las páginas finales de la narrativa de nuestro benefactor, en el capítulo XXIV, cuyo título es El Espiritismo y las Grandes Transiciones? En él, Emmanuel afirmaba que los espíritus abnegados y esclarecidos hablaban de una nueva reunión de la comunidad de las potencias angélicas del Sistema Solar, de la cual Jesús es uno de los miembros divinos, y que la sociedad celeste se reuniría por tercera vez en la atmosfera terrestre, desde que Cristo recibió la sagrada misión de redimir a nuestra humanidad, para, decidir nuevamente sobre los destinos de nuestro mundo. Pues bien, Emmanuel escribió esto en 1938 y estoy informado que esa reunión de hecho ya ocurrió. Ella se hizo cuando el hombre finalmente ingresó en la comunidad planetaria, dejando el suelo terrestre para pisar por primera vez el suelo lunar. El hombre, por su propio esfuerzo, conquistó el derecho y la posibilidad de viajar a la Luna, hecho que se materializó el 20 de julio de 1969. En aquella ocasión, el Gobernador Espiritual de la Tierra, que es Nuestro Señor Jesucristo, oyendo el llamado de otros seres angelicales de nuestro Sistema Solar, convocaron una reunión destinada a deliberar sobre el futuro de nuestro planeta. Lo que puedo decirle, Geraldinho, es que después de muchos diálogos y debates entre ellos, fueron dadas diversas sugerencias y, al final del celeste conclave, la bondad de Jesús decidió conceder una última oportunidad a la comunidad terráquea, una última prórroga para la actual civilización del planeta Tierra. Todas las acciones kármicas previstas para acontecer al final del siglo XX fueron entonces suspendidas, por la Misericordia de los Cielos, para que nuestro mundo tuviese un último chance de progreso moral. Lo curioso es que vamos a reconocer en los Evangelios y exactamente en el Apocalipsis este período actual, que estamos viviendo, como la undécima hora o el último recurso, o la también llamada última hora”.

 

 

FE – ¿Cómo reaccionó usted ante la descripción de lo que sucediera en esa reunión en las Altas Esferas?

 

Geraldinho – Es bastante curioso, con el desenlace del relato de Chico Xavier, le pregunte sobre cuales fueron entonces las deliberaciones de Jesús, y él me respondió: “Nuestro Señor decidió conceder una prórroga de 50 años a la sociedad terrena, iniciándose el 20 de julio de 1969, y, por lo tanto, para terminarse en julio de 2019. Jesús ordenó, entonces, que sus emisarios celestes se empeñasen más directamente en la manutención de la paz entre los pueblos y las naciones terrestres, con la finalidad de colaborar para que ingresásemos más rápidamente en la comunidad planetaria del Sistema Solar, como un mundo más regenerado, al final de ese período. Algunas potencias angélicas de otros orbes de nuestro Sistema Solar recelaron la dilación del plazo extra, y fue entonces que Jesús, en su sabiduría, resolvió establecer una condición para los hombres y las naciones de la vanguardia terrestre. Según la imposición del Cristo, las naciones más desarrolladas y responsables de la Tierra deberían aprender a suportarse unas a las otras, respetando las diferencias entre ellas, absteniéndose a lanzarse a una guerra de exterminio nuclear. La faz de la Tierra debería evitar a todo costo la llamada III Guerra Mundial. Según la decisión de Cristo, si y solo si las naciones terrenas, durante este período de 50 años, aprendiesen el arte de la buena convivencia y de la fraternidad, evitando una guerra de destrucción nuclear, el mundo terrestre estaría finalmente admitido en la comunidad planetaria del Sistema Solar como un mundo en regeneración. ¡Ninguno de nosotros puede prever, Geraldinho, los avances que se darán a partir de esa fecha de julio de 2019, si solo sabemos defender la paz entre las naciones más desarrolladas y cultas!”.

 

FE – ¿Cuáles son los acontecimientos que podemos prever con esas revelaciones para la Tierra?

 

Geraldinho – Entonces le pregunte a Chico, a que avances se refería y él me respondió: “Alcanzaremos la solución para todos los problemas de orden social, como la solución a la pobreza y al hambre que se extinguirán, descubriremos la cura de todas las enfermedades del cuerpo físico por la manipulación genética en los avances de la Medicina; el hombre terrestre tendrá amplio y total acceso a la información y a la cultura, que se generalizará; también nuestros hermanos de otros planetas más evolucionados tendrán el permiso expreso de Jesús para presentársenos abiertamente, colaborando con nosotros y ofreciéndonos nuevas tecnologías, hasta entonces inimaginables a nuestro actual estado de desarrollo científico; fabricaremos aparatos que nos facilitarán el contacto con las esferas de los desencarnados, posibilitando nuestra saludable conversación con los seres queridos que ya partieran para el más allá; en fin estaríamos ante un mundo nuevo, una nueva Tierra, una gloriosa fase de espiritualización y belleza para los destinos de nuestro planeta”.

 

Fue entonces que, haciendo las veces de abogado del diablo, le pregunté: Chico, hasta ahora usted me ha hablado solo de la mejor hipótesis, que es esta en que la humanidad terrestre permanecería en paz hasta el fin de aquel período de 50 años. ¿Pero, y si aconteciera el caso que las naciones terrestres se lanzaran a una guerra nuclear? “Ah! Geraldinho, en caso de que la humanidad encarnada decida seguir el infeliz camino de la III Guerra Mundial, una guerra nuclear de consecuencias imprevisibles y desastrosas, entonces la misma madre Tierra, bajo los auspicios de la Vida Mayor, reaccionará con violencia imprevista por nuestros hombres de ciencia. El hombre comenzaría la III Guerra, pero quien iría a terminarla serian las fuerzas telúricas de la naturaleza, de la propia Tierra cansada de los desmanes humanos, y nos enfrentaríamos entonces con terremotos gigantescos; maremotos y ondas (tsunamis) consecuentes; veríamos la explosión de volcanes hace mucho extintos; enfrentaríamos deshielos arrasadores que avasallarían los polos del globo con trágicos resultados para las zonas costeras, debido a la elevación de los mares; y, en este caso, las cenizas volcánicas asociadas a las irradiaciones nucleares nefastas acabarían por tornar totalmente inhabitable todo el Hemisferio Norte de nuestro globo terrestre”.

 

Geraldinho – ¿Y que acontecería específicamente con el Brasil?

 

A lo que Chico respondió: “En las dos situaciones, Brasil cumplirá su papel en el gran proceso de espiritualización planetaria. En la mejor de las hipótesis, nuestra nación crecerá en importancia sociocultural, política y económica delante de la comunidad de las naciones. No solo seremos el granero alimenticio y de materias primas para el mundo, sino también la gran fuente energética con el descubrimiento de enormes reservas petrolíferas que harán de Petrobras una de las mayores empresas del mundo”.

 

Y prosiguió Chico: “Brasil crecerá a pasos agigantados y ocupará un papel importante en el escenario global, eso tendrá como consecuencia la elevación de la cultura brasilera en el escenario internacional y, arrastrará con ella, los libros del Espiritismo Cristiano, que aquí tuvieron suelo fértil para su desarrollo, alcanzando también el interés de las otras naciones. Ahora, en caso que ocurra la peor de las hipótesis, con el Hemisferio Norte del planeta convirtiéndose inhabitable, grandes flujos migratorios se formarían entonces hacia el Hemisferio Sur, donde se sitúa Brasil, que entonces será llamado directamente a desempeñar su papel de Patria del Evangelio, ejemplificando el amor y la renuncia, el perdón y la comprensión espiritual delante de los pueblos migrantes. La Nueva Era de la Tierra, en este caso, demoraría más tiempo para llegar con todo su esplendor de conquistas científicas y morales, porque sería necesario un largo período de reconstrucción de nuestras naciones y sociedades, forzadas a reorganizarse en sus fundamentos básicos”.

 

FE – ¿Según Chico Xavier, esos flujos migratorios serian pacíficos?

 

Geraldinho - Infelizmente no. Según me reveló Chico, lo que quedase de la ONU terminaría por decidir la invasión de las naciones del Hemisferio Sur, incluyendo ahí obviamente al Brasil y al resto de la América del Sur, Australia y el sur de África, a fin de que nuestras naciones fuesen ocupadas militarmente y divididas entre los sobrevivientes del holocausto del Hemisferio Norte. Ahí es donde nosotros, los brasileros, iríamos a ser llamados a ejemplificar la verdadera fraternidad cristiana, entendiendo que nuestros hermanos del Norte, aunque invasores “por la fuerza de las armas”, no dejaran de estar sobrecargados y afligidos con las consecuencias nefastas de la guerra y de las hecatombes telúricas, y, por lo tanto, deben ser considerados nuestros hermanos del camino, necesitados de apoyo, comprensión y amor.

 

En este punto de la conversación, Chico hizo una pausa en la narración y completó: “El Brasil como lo conocemos hoy será entonces transformado y dividido en cuatro naciones distintas. Solamente una cuarta parte de nuestro territorio permanecerá con nosotros y a los brasileros le restaran los Estados del Sudeste sumados a Goiás y al Distrito Federal. Los norteamericanos, canadienses y mexicanos ocuparan los Estados de la Región Norte del País, en armonía con Colombia y Venezuela. Los europeos irán a ocupar los Estados de la Región del Sur de Brasil unidos a Uruguay, Argentina y a Chile. Los asiáticos, específicamente los chinos, japoneses y coreanos, irán a ocupar el Centro-Oeste, en compañía con Paraguay, Bolivia y Perú. Y, los Estados del Nordeste brasilero serán ocupados por los rusos y pueblos eslavos. No nos podemos olvidar que todo ese intrincado proceso tiene su ascendencia espiritual y estamos forzados a reconocer que tenemos mucho que aprender con los pueblos invasores. Veamos, por ejemplo: los norteamericanos nos pueden enseñar el respeto a las leyes, el amor al derecho, a la ciencia y al trabajo. Los europeos, de forma general, podrán traernos el amor a la filosofía, a la música erudita, a la educación, a la historia y a la cultura. Los asiáticos podrán incorporar a nuestra gente sus más altas nociones de respeto al deber, a la disciplina, a la honra, a los ancianos y a las tradiciones milenarias. Y entonces, nosotros los brasileros, le ofreceremos a ellos, nuestros hermanos en la carne, los más altos valores de espiritualidad que, merced a Dios, atesoramos en el corazón fraterno y amigo de nuestra gente simple y humilde, esa gente buena que reencarnó en la gran nación brasilera para dar cumplimiento a los designios de Dios y demostrar a todos los pueblos del planeta la fe en la Vida Superior, testimoniando la continuidad de la vida más allá de la muerte y el ejercicio sereno y noble de la mediúmnidad con Jesús”.

 

FE – ¿Brasil, aunque sufriendo el impacto moral de esa ocupación extranjera, estaría inmune a los movimientos telúricos de la Terra?

 

Geraldinho – Lamentablemente, no. Según Chico Xavier, Brasil no tendrá privilegios y sufrirá también los efectos de terremotos y tsunamis, especialmente en las zonas costeras. Sucede que, de acuerdo con el médium, el impacto por aquí será bien menor si se compara con lo que sucederá en el Hemisferio Norte del planeta.

 

FE – ¿Por lo que se desprende de lo explicado por Chico Xavier, usted también cree que la llegada del hombre a la Luna, en julio de 1969, haya precipitado en cierta forma la preocupación por las conquistas científicas de los humanos, que podrían colocar en peligro el equilibrio del Sistema Solar?

 

Geraldinho – Si, creo que la revelación de Chico Xavier al respecto trae, entrelineas, esa preocupación celeste en cuanto a las posibles interferencias de los humanos terráqueos en los destinos del equilibrio planetario en nuestro Sistema Solar. Por lo que Chico Xavier dijo, algunos de los seres angélicos de otros orbes planetarios no estarían dispuestos a darnos más este plazo de 50 años, que vencerá en apenas ocho años, temerosos tal vez de nuestras nefastas y perniciosas influencias. Esta última hora bien podría ser considerada por nosotros como la última bendición misericordiosa de Jesucristo en nuestro favor, toda vez que, por la explicación de Chico Xavier, fue Nuestro Señor, quien abogó, una vez más, en favor de nuestra causa.

 

FE – ¿La reunión de la comunidad celeste habría decidido algo más, según la exposición de Chico Xavier?

 

Geraldinho – Si. Otra decisión de los benefactores espirituales de la Vida Mayor fue la que determinó que, después de la alborada del año 2000 de la Era Cristiana, los espíritus empedernidos en el mal y en la ignorancia no recibirían más el permiso para reencarnar en la faz de la Tierra. Reencarnar aquí, a partir de esa fecha, equivaldría a un justo premio, destinado solo a los espíritus más fuertes y preparados, que supieron acumular, en el transcurso de sus múltiples reencarnaciones, conquistas espirituales relevantes como la mansedumbre, la dulzura, el amor, la paz y la concordia fraternal entre pueblos y naciones. Se adhiere dentro de esa programación de orden superior a la misma reencarnación del mentor espiritual de Chico Xavier, el espíritu Emmanuel, que, de hecho, vino a renacer, según Chico informó a sus amigos más próximos, exactamente en el año 2000. Ciertamente, Emmanuel, reencarnado aquí en el corazón de Brasil, habrá de desempeñar significativo papel en la evolución espiritual de nuestro Orbe.

 

Todos los demás espíritus, recalcitrantes en el mal, serian entonces, a partir de 2000, encaminados forzosamente a la reencarnación en mundos más atrasados, de expiación y de pruebas desagradables, o también en mundos primitivos, vivenciando aún el estado del hombre de las cavernas, para poder purgar sus desmanes y su indocilidad a los designios superiores. Chico Xavier tenía conocimiento de esos mundos para donde los espíritus obstinados estarían siendo exiliados. Según él, el mayor de esos planetas se llamaría Kírom o Quírom.

 

FE – Prácticamente solo nos restan ocho años. Emmanuel habla en la entrevista de la década de 1950, ya publicada en estas páginas, que es urgente la transformación moral de la humanidad. ¿Cuál debe ser nuestra conducta frente a revelaciones tan terribles y el consejo del mentor?

 

Geraldinho – Entonces, queridísima Marlene, la última hora está de hecho ahí demostrada. Basta tener “ojos para ver y oídos para oír”, según la afirmación de Jesús. Es nuestro último chance, es la última hora… No hay más tiempo para el materialismo. No hay más tiempo para ilusiones o engaños inmediatistas. O seguiremos con la Luz que efectivamente buscamos, o nos hundiremos en las sombras de nuestra propia ignorancia. ¿Qué será de nosotros? La respuesta está en nuestro libre arbitrio, individual y colectivo. Es nuestra escogencia de hoy la que va generar nuestro destino. Podremos optar por el mejor camino, el de la fraternidad, de la sabiduría y el amor, y la regeneración llegará para nosotros de forma brillante a partir de 2019; o podremos simplemente escoger el camino del sufrimiento y del dolor y, en este infeliz caso, tendremos un largo período de reconstrucción que podrá durar más de mil años, según Chico Xavier. Entretanto, seamos optimistas. Recordemos que de este período de 50 años ya pasaron 42 años en que las naciones más desarrolladas y responsables del planeta consiguieron soportarse unas a otras sin lanzarse a una guerra de exterminio nuclear. Esta era la precondición impuesta por Jesús. Hasta aquí seguimos bien, aunque entre tropiezos. Nos falta hoy solo el recorrido de la última milla, los últimos ocho años de este período de excepción y misericordia del Altísimo. ¡Ojalá prosigamos en la mejor compañía!

 

Como podemos fácilmente concluir, todo dependerá, en último análisis, de nuestras propias escogencias, ya sea como entidades individuales o colectivas, para nuestro progreso y ascensión espiritual. Es el “¡A cada uno será dado según sus obras!” que el Cristo nos enseñó.

 

No estamos entregados a la fatalidad ni predeterminados al sufrimiento. Estamos delante de una encrucijada del destino colectivo que nos une a nuestra casa planetaria, aquí en la Tierra. Tenemos ante nosotros dos caminos a seguir. El camino del amor y de la sabiduría nos llevará a una más rápida ascensión espiritual colectiva. El camino del odio y de la ignorancia nos acarreará un más amplio perjuicio de siglos en la reconstrucción material y espiritual de nuestras colectividades. Todo llegará de acuerdo con nuestras escogencias de ahora, individuales y colectivas. Oremos mucho para que los Benefactores de la Vida Mayor continúen ayudándonos e incentivarnos a seguir por el Camino de la Verdad y de la Vida. El mismo espíritu Emmanuel, a través de Chico Xavier, respondiendo a una entrevista ya publicada en el libro, nos dice que las profecías son reveladas a los hombres no para ser cumplidas. Son en realidad un grande aviso espiritual para que mejoremos y apartemos de nosotros la hipótesis del peor camino”.

 

Previsiones ya realizadas

 

Algunas de las previsiones de Chico Xavier ya se produjeron. Después de 1969, Brasil inició un ciclo de desarrollo importante; vino la democratización sin traumas sangrientos, haciendo la transición de forma pacífica y ordenada. Europa, antes dividida en naciones antagónicas, pasó a considerar la posibilidad de una unión más amplia, terminando por consolidar la existencia de la Unión Europea como un mercado común económica y políticamente hablando, llegando, inclusive, a lanzar una moneda única, en sustitución a las antiguas, que es el Euro de hoy. Después de 1969, la Guerra Fría se enfrió; cayó la cortina de hierro de la Europa Oriental; se derrumbó el Muro de Berlín; se desmoronó la antigua URSS como resultado de la Perestroika para el surgimiento de una nueva Rusia más libre, junto a nuevas naciones asociadas. El brote de desarrollo de China y de los países llamados tigres asiáticos ciertamente viene colaborando para la unión y mayor interacción entre pueblos distantes.

 

Brasil se abrió también hacia el mundo, estabilizó su economía, lanzo una moneda fuerte, el Real, creció económicamente y descubrió vastas reservas petrolíferas, convirtiéndose en una nación muy importante en el escenario internacional, asumiendo nuevas responsabilidades en el progreso de las naciones. Hoy el mundo está mucho más consciente de las responsabilidades ambientales, y grandes movimientos globales en ese sentido ya surgieran como el Protocolo de Kyoto. Las ciencias avanzan a pasos agigantados, y los científicos decodificaron el DNA humano con innegables beneficios para el combate de las enfermedades del cuerpo físico. Las telecomunicaciones estrecharon los lazos entre los seres y las naciones, con la telefonía celular al alcance de toda la gente y el internet de banda ancha acelerando el acceso al conocimiento general y la libertad de pensamiento. Grandes movimientos colectivos hoy obligan a gobernantes tiránicos a ceder espacio a las nuevas democracias. Todo eso fuera previsto por Chico Xavier, a mediados de la década del 80, mucho antes de que aconteciera.

 

“Todo encaja como parte de un retrato más amplio del trabajo de los benefactores espirituales de la Vida Mayor en favor de la paz y de la concordia, del desarrollo y de la cultura a escala global. Los emisarios de Cristo están actuando a nuestro favor y, por eso mismo, no podemos perder la fe en la continuidad de esta ayuda”, afirma Lemos Neto. “Todo eso sin mencionar los grandes avisos que la misma Tierra nos está dando. El calentamiento global es un hecho. El Jornal Nacional dio la noticia hace pocos meses que el casquete polar del Norte estaría totalmente deshelada a mediados de 2012, según conclusiones de renombrados científicos. Después del año 2000 algunas naciones habrán sufrido tsunamis y terremotos cada vez más terribles, diezmando a decenas de millares de víctimas. La media global anterior para terremotos por encima de 9.0 puntos en la escala de Richter era de uno por década, y en los últimos diez años ya tuvimos cinco temblores por encima de esa magnitud, siendo dos en el espacio de un año, el de Chile y el de Japón, más recientemente. Los avisos están ahí: el hombre terrestre necesita cambiar interiormente, se oye por todas partes, es un gran llamado a su espiritualización. ¡Continuemos confiando en Dios y en Jesús, Nuestro Señor, que no nos desamparará!”, finaliza.

 

Traducción al español: Oscar Cervantes Velásquez

Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís

Santa Marta - Colombia

Diciembre de 2013

 

 

 

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