ERMANCE DUFAUX

Ermance De La Jonchére Dufaux nació en 1841, en la ciudad de Fontainebleau, Francia. Próxima a Paris, en ella se encontraba la residencia oficial de Napoleón III y de otros nobles. El padre de Ermance, rico productor de vino y trigo, era uno de ellos. Tradicional, la familia Dufaux residía en un castillo medieval, herencia de sus antepasados.

 

En 1853, la hija de los Dufaux comenzó a presentar inquietante desequilibrio nervioso y a hacer premoniciones. A causa de ese problema, su padre consultó al célebre médico Cléver De Maldigny.

 

Por el relato del Sr. Dufaux, el médico le dice que Ermance parecía estar sufriendo de un nuevo disturbio nervioso, que había cobrado diversas víctimas en América y que, estaba llegando a Europa. Las víctimas de esta enfermedad entraban en una especie de trance histérico y comenzaban a recibir hipotéticos mensajes del Más Allá.

 

El médico aconsejó al Sr. Dufaux traer a Ermance a su consultorio lo más rápido posible. Así fue hecho. Algunos días después, la jovencita comparecía a la consulta.

 

Maldigny colocó un lápiz en la mano de la pequeña y le pidió que escribiese lo que le fuese impulsado. Ermance comenzó a reír, gracejando, pero, de súbito, su brazo tomó vida propia y comenzó a escribir. Al verse dominada por una fuerza extraña, Ermance  se asustó, tiró el lápiz y no quiso continuar la experiencia.

 

Maldigny examinó el papel y confirmó su diagnóstico. Los padres de Ermance quedaron profundamente preocupados. Como la familia era famosa en la corte, la noticia se expandió en Paris y Fontainebleau, llegando a los oídos del Marqués de Mirvile, famoso estudioso del Magnetismo.

 

El Marqués visitó el castillo de los Dufaux y pidió examinar a Ermance. Los padres aceptaron, pero la jovencita tuvo que ser convencida. Por fin, Ermance se colocó en posición de escribir y Mirvile le preguntó al invisible:

 

- ¿Está presente el Espíritu en quien pienso? En caso positivo, puede escribir su nombre por intermedio de la niña.

 

La mano de Ermance comenzó a moverse y escribió:

 

- No, pero es uno de sus parientes lejanos.

 

- ¿Puede escribir su nombre?

 

- Prefiero que mi nombre llegue directamente a su mente. Piense un instante.

 

- ¿San Luís, Rey de Francia (1), primo del primer noble de mi familia?

 

- Si, yo mismo.

 

- ¿Vuestra Majestad  me puede dar una prueba de que es realmente nuestro gran rey?

 

- Ninguno en esta casa sabe que usted y sus parientes me consideran el Ángel de la Guarda de la familia.

 

Si Maligny veía el caso de Ermance como enfermedad, el Marqués también tenía sus explicaciones preconcebidas. En su opinión, el solo captaba las ideas y pensamientos presentes en el ambiente. Eso en la mejor de las hipótesis. En la peor, la joven estaba siendo intérprete del Diablo, pues, como católico, él no creía que los muertos pudiesen comunicase. Un análisis concluyente debería ser hecho por la Academia de Ciencias de Paris.

 

El Sr. Dufaux, sin embargo, no llevó el caso adelante. Aunque también era católico, prefirió creer que su hija no era enferma o posesa, sino solo una intermediaria entre los vivos y los muertos. La familia se fue acostumbrando con el hecho y la facultad de Ermance pasó a ser vista como una cosa natural positiva.

 

Los contactos con San Luís pasaron a ser frecuentes. Bajo su influjo, ella escribió la autobiografía póstuma del rey canonizado, intitulada "La historia de Luís IX, dictada por él mismo". En 1854, ese texto fue publicado en un libro, pero la Censura del Gobierno de Napoleón III prohibió su distribución. Los censores hallaron que algunos pasajes podían ser entendidos como críticas al Emperador y a la Iglesia.

 

El posicionamiento favorable de los Dufaux al neo-espiritualismo (espiritualismo) generó retaliaciones. En una confesión, Ermance se rehusó a negar su creencia en los Espíritus, atribuyendo sus mensajes a Satanás, y le fue prohibido comulgar. La Emperatriz también enfrió sus relaciones con la familia. Sin embargo, el Emperador Napoleón III  curioso y solicitó conocer a la Srta. Dufaux.

 

Ella fue atendida en el Palacio de Fontainebleau y recibió un mensaje de Napoleón Bonaparte para el sobrino. El mensaje respondía a una pregunta mental de Luís Napoleón y su estilo correspondía exactamente al de Bonaparte.

 

Con el tiempo, los Espíritus también comenzaron a hablar por intermedio de Ermance. En 1855, con 14 años, Ermance publica su segundo libro "espiritualista" (en esa época, no existían los términos espírita, mediúmnidad, etc.). El primero en ser distribuido y vendido: "La historia de Juana D'Arco, dictada por ella misma" (Editora Meluu, Paris).

 

Según Canuto Abreu, la familia Dufaux conoció a Allan Kardec en la noche del día 18 de abril de 1857. El Codificador habría dado una pequeña recepción en su apartamento y los Dufaux fueron llevados por Madame Planemaison, gran amiga del profesor lionés.

 

Al final de la reunión, Ermance recibió un bellísimo mensaje de San Luís, que, a partir de allí, se tornaría en una especie de supervisor espiritual de los trabajos del Maestre. Según el ex-rey, Ermance, así como Kardec, era una druidesa reencarnada. Los lazos entre los dos se estrecharon y ella convirtió en la principal médium de las reuniones domésticas del Prof. Rivail.

 

A finales de 1857, Kardec tuvo la idea de publicar un periódico espírita y quiso oír la opinión de los guías espirituales. Ermance fue la médium escogida y, a través de ella, un Espíritu dio varias orientaciones al Maestro de Lión. El órgano tomó el nombre de "Revista Espírita" y fue inaugurado en enero del año siguiente.

 

Como el apartamento de Allan Kardec resultó muy pequeño para el grande número de frecuentadores a sus reuniones, algunos de los participantes decidieron alquilar un local más grande.

 

Para eso, sin embargo, precisaban de una autorización legal. El Sr. Dufaux se encargó de obtener el aval de las autoridades, consiguiéndolo en quince días lo que, normalmente, llevaría tres meses. Conquistada la liberación, el Codificador y sus discípulos fundaron la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, en Abril de 1858. Ermance fue una de las socias fundadoras.

 

Durante el año 1858, Ermance recibió dos autobiografías mediúmnicas. Esta vez los autores fueron los reyes franceses Luís XI y Carlos VIII. El Codificador elogió el trabajo de la Srta. Dufaux (2) y transcribió trechos de las "Confesiones de Luís XI" en la Revista Espírita (3). Ese mismo año, Kardec divulgó tres mensajes psicografiados por la joven sensitiva (4). No tenemos noticia sobre la posible publicación de las memorias de Carlos VIII.

 

Canuto Abreu reveló que Rivail la utilizó como médium en la revisión de la 2ª edición de El Libro de los Espíritus.

 

En 1859, Ermance no es citada más como miembro de la SPEE en las páginas del periódico  kardeciano. Eso nos lleva a creer que ella habría salido de la Sociedad. Otro indicio de esa suposición es que San Luís pasó a comunicarse a través de otros sensitivos (Sr. Rose, Sr. Collin, Sra. Costel e Srta. Huet). No hay, igualmente, registros de la continuidad de su trabajo en otros grupos.

 

¿Qué habría acontecido con Ermance? ¿Se habría casado y dejado la militancia, como Ruth Japhet y las pequeñas Baudin? ¿Se habría desentendido con Kardec? ¿Se habría mudado de Francia? ¿Se habría desanimado del Espiritismo? Son preguntas que sólo ella podría responder. Sea como fuera, el Codificador continuó divulgando su trabajo. En 1860, anunció la reedición de "La historia de Juana D'Arco dictada por ella misma", a través de la Librería Lendoyen de Paris.

 

En 1861, envió varios ejemplares de ese libro, junto con sus obras, para el editor francés Maurice Lachâtre, que se encontraba exiliado en Barcelona, España. El objetivo era la divulgación del Espiritismo en suelo español. Esos volúmenes terminaron confiscados y quemados en la plaza pública por la Iglesia Católica en el famoso Auto de fe de Barcelona.

 

"La historia de Luís IX dictada por él mismo", fue liberada por la Censura y finalmente publicada por la revista La Verité de Paris en 1864. A comienzos de 1997, la editora brasilera Ediciones LFU tradujo "La historia de Juana D'Arco" al portugués.

 

NOTAS 

 

1.    Rey francés, hijo de Luís VIII y Blanca de Castilla, nacido en 1215, coronado en 1226 y muerto en 1270. Luís IX tuvo un reinado bastante agitado. Hasta 1236 enfrentó la Rebelión de los Nobles y la Guerra de los Albigenses. Venció en las dos batallas contra los ingleses en 1242. En 1249, organizó una Cruzada, fue vencido y puesto preso. Rescatado, se quedó en Palestina hasta 1252, cuando volvió a Francia. Emprendió una nueva Cruzada y murió de peste al desembarcar en Túnez. Fue canonizado por la Iglesia en 1297.

2.    Página 30 do Volumen 1858, EDICEL.

3.    Páginas 73, 148 e 175, ibidem.

4.    Páginas 137, 167 e 317, ibidem.

BIBLIOGRAFÍA

 

  1. LIBRO DE LOS ESPÍRITUS Y SU TRADICIÓN HISTÓRICA Y LEGENDARIA, Silvino Canuto Abreu, Ediciones LFU, Sao Paulo, 1992.
  2. OBRAS PÓSTUMAS, Allan Kardec, FEB, Río de Janeiro, 1993.
  3. COLECCIÓN DE LA REVISTA ESPÍRITA, Allan Kardec, Edicel, Sao Paulo.

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