COSME MARIÑO

1847 - 1927

Nació en Buenas Aires, República de Argentina, el día 27 de septiembre de 1847 y desencarnó el 18 de agosto de 1927, habiendo sido uno de los más destacados propagadores del Espiritismo en aquella nación.

Sus padres fueron comerciantes modestos y honrados, fue educado dentro de los principios de la iglesia católica y se sintió atraído hacia el sacerdocio, en el cual vislumbró la posibilidad de ejercer su propensión innata de servidor de la Humanidad.

Hizo el curso superior de teología, convenciéndose después que su vocación no estaba circunscrita a los estrechos dogmas de la religión dominante. Abandonó, por lo tanto, la carrera iniciada e ingresó en la Facultad de Derecho, habiéndolo interrumpido también, para entrar en la carrera periodística, donde junto a José C. Paz fundó el gran diario porteño: "La Prensa", del cual fue director en 1896. En 1871, tomó parte activa en la heroica "Comisión Popular", constituida con el noble objetivo de combatir la epidemia de fiebre amarilla que afectaba a sus conciudadanos, y aunque hubiese sido contaminado por el mal, consiguió restablecerse, recibiendo posteriormente del pueblo de Buenos Aires la condecoración de la Cruz de Hierro y la impresión de 5.000 retratos con la inscripción: "Del pueblo a Cosme Mariño -- Epidemia de 1871". En el evento la Municipalidad de Buenos Aires también le otorgó oficialmente la medalla de oro, como premio a sus nobles servicios.

En 1872, Mariño se dedicó en cuerpo y alma, a promover el Comité de Ayuda a Chile, durante la epidemia de viruela. En calidad de secretario de ese comité tuvo la oportunidad de, junto a otros abnegados compañeros, enviar medio millón de pesos, recaudados en colecta pública. La Municipalidad de Santiago de Chile, también le confirió una medalla de oro como gratitud por su generosidad.

Fue Cosme Mariño fundador de la Sociedad Protectora de los Inválidos, consiguiendo, gracias a su incesante actividad, construir el Edificio de los Inválidos. Mudando de residencia para la ciudad de Dolores, en la provincia de Buenos Aires, en 1874, fue designado miembro honorario de la Comisión de Justicia, miembro titular del Consejo Escolar y Presidente de la Comisión del Hospital de Dolores.

En esa ciudad tuvo el apóstol la oportunidad de asistir a algunas sesiones Espíritas, convirtiéndose a esa Doctrina. Da ahí en adelante, se reveló como un verdadero paladín de la Tercera Revelación. En 1879 ingresó en los cuadros de la "Sociedad Constancia", habiendo en 1881, tomado parte en su dirección. En 1882 se tornó director de la Revista "Constancia", pionera de los periódicos Espíritas en Argentina. En 1883 fue electo presidente de esa institución, desarrollando allí un vasto programa de actividad.

En el desempeño de su tarea periodística se vio obligado a sustentar agrias polémicas con algunos clérigos que veían en el Espiritismo un constante obstáculo a la manutención del dominio de la fe ciega, y también, con algunos científicos que veían en el Espiritismo solamente locura, fraude y sugestión.

Algunos jesuitas que publicaron artículos y opúsculos en contra del Espiritismo, merecieron de Mariño la más amplia refutación, que pulverizó todas las argumentaciones. El día 3 de abril de 1892, fue víctima de un atentado por parte de una fanática de nombre Dolores González, que le disparó un tiro. Felizmente el hecho no tuvo mayores consecuencias.

La vida de este singular personaje estuvo llena de gestos nobles y altruistas, y no cabe en esta ligera biografía, enumerar todos los hechos ocurridos en su existencia, sin embargo debemos asegurar que Cosme Mariño fue autor brillante, habiendo escrito varios libros; fue inspirador de varias campañas, destacándose una en favor de la adquisición de libros Espíritas para ser revendidos a menor costo; otra en favor del reconocimiento de la Sociedad "Constancia" como personalidad jurídica; además: la formación de una comisión permanente para auxilios funerarios a indigentes; la preparación de enfermeros a través de cursos adecuados; la fundación de la Confederación Espiritista Argentina, para cuya concretización colaboró intensamente Antonio Ugarte y otros; la organización de la Sociedad Protectora del niño desvalido; acción en favor de la abolición de la pena de muerte en Argentina; campaña contra los falsos médiums y explotadores del Espiritismo, y finalmente, en 1925, la inauguración del "Asilo Centenario".

Fue justamente denominado "El Kardec Argentino", pues él representa para los Espíritas latinos lo mismo que Bezerra de Menezes representa para el Brasil, y lo mismo que la tríada "Kardec - Denis - Delanne" representa para Francia.

En octubre de 1947, escribía Ismael Gomes Braga sobre Cosme Mariño: "La lucha contra los preconceptos materialistas y el fanatismo religioso solamente puede ser llevada a buen término por Espíritus muy superiores a la masa humana que habita nuestro planeta. El misionero que se encarna para defender una idea nueva contra errores arraigados durante milenios, para forzar a la Humanidad a dar un paso más en el camino del progreso, no puede ser un Espíritu común, porque fallaría antes del fin de la jornada, espantado por los ataques de toda clase de adversarios que surgen de las tinieblas, furiosos, defendiendo sus tradiciones, que juzgan sagradas y sus intereses, que consideran divinos.

La lucha del misionero argentino fue más prolongada y más violenta que la de Kardec, que trabajó por el Espiritismo durante 14 años, pero Cosme Mariño tuvo que luchar medio siglo para conquistar y consolidar las posiciones que nos legó. Fue agredido no solamente de palabra y por escrito, sino también por arma de fuego: una fanática religiosa intentó asesinarlo a tiros; sin embargo, nada lo hizo desanimar, nada lo intimidó, porque fue un gran Misionero consciente de su poder, seguro del valor inmenso de la idea que defendía con riesgo de su propia vida. La superioridad de Cosme Mariño se revelaba en toda su vida y le confería un prestigio social que le daba autoridad para predicar esa gran revolución espiritual que es el Espiritismo".