1826 - 1910
Hijo de padres humildes, nació en Estados Unidos en 1826, en un distrito rural del Estado de Nueva York. De poca actividad intelectual, cuerpo esmirriado y sin ningún trazo que denunciase su excepcional mediumnidad futura. En los últimos años de su infancia se le despertaron sus poderes psíquicos. Oía voces en el campo; voces gentiles que le daban buenos consejos y palabras de consuelo.
Se tornó vidente. Hacia diagnósticos médicos con su videncia. Al mirar el cuerpo humano, era como si se volviese transparente. Cada órgano aparecía claramente y con una radiación especial y peculiar, que se oscurecía en caso de enfermedad. Ve a los espíritus, y habla con Swedenborg, ya desencarnado. De muy poca cultura a los 21 años de edad. En trance profería discursos sobre los más variados temas, de los cuales poco o nada sabía. Posteriormente de nada se acordaba.
Escribió cerca de 30 libros (entre otros), editados con el título de "Filosofía Armónica", que le fueron dictados por Swedenborg. Asiste a la desencarnación de una señora, donde describe pormenorizadamente los procesos de la muerte, en el plano espiritual.
En 1856, antes de su aparición, profetizó detalladamente la aparición del automóvil, de los vehículos aéreos movidos por una fuerza motriz de naturaleza explosiva, de la máquina de escribir y locomotoras, con motores de combustión interna, con una riqueza de detalles impresionantes.
Prevé la aparición del Espiritismo, en "Principios de la Naturaleza", publicado en 1847.
Davis hace una descripción pormenorizada del mundo espiritual, más completa que la de Swedenborg.
Davis presenta la reencarnación como no obligatoria para el progreso del espíritu (el espíritu puede, y debe, progresar en el espacio sin necesidad de reencarnar). Con el nació el primer Liceo Espiritual, fundado por él el 25 de enero de 1863, en Nueva York, copiado de un sistema de educación que había presenciado en el plano espiritual, en desdoblamiento. El célebre vidente americano sufrió acusaciones calumniosas y críticas acerbas. Hombre superior, a todo se sobrepone, con tolerancia evangélica y mucha comprensión.
Desencarnó en 1910, a los 84 años de edad.