Madame Rivail nació en Thiais, comuna del departamento parisiense de Valde-Marme (parte SE del antiguo departamento del Sena), a los 2 del Primario del año IV, según el calendario republicano vigente entonces en Francia, y que corresponde al 23 de noviembre de 1795. Hija única de Julien-Louis Boudet, notario, por lo tanto hombre de bien, y de Julie-Louise Seigneat de Lacombe; recibió en la pila bautismal el nombre de Amélie-Gabriélle Boudet. Mostrando, desde temprano, gran vivacidad y fuerte interés por los estudios, ella sólo le dio alegría a sus padres, que, a la par de una fina educación moral, le proporcionaron los mejores dotes intelectuales. Después de cursar la escuela primaria, se estableció en Paris, con su familia, ingresando en una escuela normal, donde se diplomó como profesora de 1ª clase.
Nos revela el Dr. Canuto Abreu, en el "Libro de los Espíritus y su Tradición Histórica y Legendaria", cuyas pesquisas Espíritas en Paris, principalmente en los años 1921 y 1922, lo llevaron a una serie de documentos reveladores de que la señorita Amélia también fuera profesora de Letras y Bellas Artes, trayendo de encarnaciones pasadas la tendencia innata, digamos así, para la poesía y el diseño. Culta e inteligente Amélie Gabrielle llegó produjo tres obras a saber: "Cuentos Primaverales", 1825, "Nociones de Diseño", 1826 y "Lo Esencial en Bellas Artes", en 1828.
Viviendo en Paris, en el mundo de las letras y de la enseñanza, quiso el destino que un día la Srta. Amélie Boudet se encontrase con el Prof. Hippolyte León Denizard Rivail. De estatura baja, más bien proporcionada, de ojos pardos y serenos, gentil y graciosa, vivaz en los gestos y en la palabra, denunciando penetración de espíritu, Amélie Gabriélle, aliando a todos esos predicados una sonrisa tierna y bondadosa, luego se hizo notar por el circunspecto Prof. Rivail, en quien reconoció, de inmediato, un hombre verdaderamente superior.
La profesora Amélie Gabrielle Boudet, fue una extraordinaria colaboradora del Prof. Rivail en el Instituto Técnico, creado por él en 1826, en la calle Sèvres, nº 35, en Paris, donde él, además de dar clases, era director. El apoyo de Amélie Gabrielle Boudet al fundador de esa escuela fui notable. Apoyo este que se extendería por muchos años, pues allí nació entre Amélie y Rivail una fuerte amistad que se transformaría, más tarde, en un sentimiento aún más sublime: el amor, de tal manera que ambos, algún tiempo después, terminarían por unirse en matrimonio. Y Amélie Gabrielle no fue solamente la dedicada esposa del Prof. Rivail, sino también, su brazo derecho aún después de su desencarnación.
El 6 de febrero de 1832, firmaron el contrato de matrimonio. Ella tenía nueve años más que él, pero tal era su jovialidad física y espiritual que a ojos vistos aparentaba la misma edad de su marido. Jamás esa diferencia de edad constituyó un problema para la felicidad de ambos.
Madame Rivail puede figurar al lado de Madame Pestalozzi, mujer admirada no solo por sus excelentes cualidades de dulzura de carácter, como por la amenidad de sus maneras y tierna solicitud para con los alumnos de su esposo, la cual secundó a su marido por todos los medios, especialmente en la dirección física y moral de los alumnos más jóvenes, necesitados de cuidados especiales. Madame Pestalozzi y Madame Rivail pertenecen al número de aquellas señoras que la historia registra como dedicadas y fieles colaboradoras de sus maridos, sin las cuales tal vez ellos no hubiesen llevado a buen termino sus misiones. El conocido refrán: "Detrás de un gran hombre existe una gran mujer", encaja como anillo al dedo en el caso de Johann Heinrich Pestalozzi y su esposa e Hippolyte León Denizard Rivail y su esposa. A título de sana curiosidad, recordemos que Pestalozzi también se casó con una mujer de buena situación económica y siete años más vieja que él. ¿Será esta una feliz coincidencia? ¿O será que hasta en esta particularidad, el discípulo quiso imitar a su viejo maestro?
El Prof. Hippolyte León Denizard Rivail (Allan Kardec) desencarnó el día 31 de marzo de 1869, en Paris, a la edad de 65 años. Su desencarnación se constituyó en una perdida irreparable para el mundo espiritista. Cuando ocurre la desencarnación de Allan Kardec, Amélie Boudet contaba 74 años de edad, pero ni el hecho doloroso de la pérdida del ser querido impidió que continuase desempeñando grandes e importantes tareas en favor del Espiritismo.
Madame Rivail, participó con admirable resignación de las desilusiones y los infortunios de su esposo, estaba preparada para soportar, ahora, cualquier situación por más dura que fuera. Tenia a su favor, sus cabellos nevados por sus 74 años de existencia bien vivida y el alma sublimada por las enseñanzas de los Espíritus del Señor. Ante la partida de su querido compañero para la Patria espiritual, se portó como una Espírita verdadera, llena de fe y de estoicismo, como era de esperar. Madame Rivail por espacio de casi 40 años, fue la compañera amorosa y fiel de su marido, y con sus actos y sus palabras siempre ayudó en todo cuanto el emprendió de digno y de bueno. Intrigas, traiciones, insultos e ingratitudes cercaron al ilustre Codificador del Espiritismo, pero en todos los momentos de pruebas y dificultades, el siempre encontró, en el tierno afecto de su noble esposa, amparo y consuelo, confirmando lo que dice Simalen: "La mujer es la estrella de la bonanza en los temporales de la vida". Allan Kardec no se olvido de todo lo que hizo su esposa por él y lo registró en la Revista Espírita de 1865 (Pág. 164); al hablar de sus sacrificios en pro del Espiritismo, dijo textualmente: "mi mujer se adhirió plenamente a mis intentos y me secundó en mi laboriosa tarea, como hace aún, a través de un trabajo frecuentemente por encima de sus fuerzas, sacrificando, sin pesar, los placeres y las distracciones del mundo a los cuales por su posición familiar se había habituado".
Días después del desenlace de su marido, recibía Madame Rivail efusivas y cálidas manifestaciones de simpatía y coraje de los Espíritas de varios países, inclusive de más allá del mar, lo que la hizo redoblar fuerzas, para sacar avante la obra de su esposo. Procurando contribuir con la realización de la organización del Espiritismo, que la lúcida previsión de Kardec había preparado y publicado en la "Revue Spirite", de diciembre de 1868, la Sra. Rivail, heredera única de las Obras Kardecianas, de la "Revista" y de la Librería, comunicó, en la sesión del 16 de abril de 1869 de la Sociedad Espírita de Paris, que donaría anualmente a la Caja General del Espiritismo el excedente de las ganancias provenientes de la venta de los libros Espíritas y de las suscripciones de la "Revista", y que los artículos a ser publicados en la "Revista Espirita" deberían ser revisados primero por ella y por la Comisión de Redacción, y que la Caja General del Espiritismo seria confiada a un tesorero, encargado de girar los fondos, bajo la supervisión de la Comisión Directora. Esos fondos, hasta una nueva resolución, serian aplicados en la adquisición de propiedades, a fin de que se pudiesen remediar cualquier eventualidad futura.
En 1875 se instaló, en París, el llamado "Proceso de los Espíritus", promovido en contra de P. G. Leymarie, acusando de publicar en la Revista Espírita, fotografías falsas como si fuesen de Espíritus. Lo que ellos querían era manchar la memoria del Codificador y alcanzar la Doctrina Espírita. El Juez Millet, llegó a llamar al Espiritismo pura magia.
El proceso envolvió a Amélie Boudet que fue maltratada e ironizada. Intimada a comparecer al Tribunal, no tuvieron la mínima consideración por su avanzada edad, conforme consta en auts, en la protesta de la defensa.
Allan Kardec, refiriéndose a Amélie Boudet, escribió: "Mi esposa, que no es ni más ambiciosa ni más interesada que yo, concordó plenamente con mis puntos de vista y me secundó en la tarea laboriosa, como lo hace aún, con un trabajo a veces por encima de sus fuerzas, sacrificando sin pesar los placeres y distracciones del mundo a los cuales se había habituado, en su familia".